martes, 24 de noviembre de 2009

¿Tan gilipollas somos?, me pregunto

La entrada que adjunto es increíblemente sincera, sencilla y directa. No es sólo que nos tomen por gilipollas, es que están convencidos de que actuamos como tal.
Ante tal situación, ¿qué hemos de hacer? Me pregunto, como sienpre.
Recomiendo leer el artículo detenidamente y de un tirón porque no tiene desperdicio. Que os aproveche.
Just another blog: Tan gilipollas somos?

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martes, 17 de noviembre de 2009

EXTERMINEITOR o la sin razón del exterminio

Está ahí, en unos días, la reunión en Copenhague para que sintamos la conciencia de la vida y nos pongamos, radicalmente, a hacer algo. Partiendo de cero si es necesario, pero algo.
Una vez más que en situaciones similares, parecidas y hasta iguales, y sin aprender de la experiencia, la historia y hasta la biología, la decepción se ha impuesto por encima de la necesidad social y nos quedamos así, con la boca abierta; sin raccionar, sin decir nada excepto la protesta pasiva e indivudual que disfrazamos de clubs, grupos, NOG´s, colectivos, asociaciones, etc., es decir, de lo que nos dejan vía subvenciones que nos atan la mano y tapa la boca.
No quiero, me rebelo, sentir nuevamente la impotencia. Esto está claro, y si no se entiende estoy dispuesta a explicarlo; la tierra ha de vivir hasta que su naturaleza lo permita. No podemos, ni estamos en derecho de ello, exterminar no sólo lo que no nos es aprovechable, agradable y hasta hermoso. No, no tenemos la razón, ni razones, para permitir que la tierra nos mate si invertimos esa naturaleza.
Si el amor a la vida, a la tierra o a Dios (llámele como le llame), no nos sirve para detener nuestra destrucción, ¿qué referente nos queda? Tengo claro, tan claro como que la vida está en juego, que existen maneras de conseguir lo que queremos.
Pedir a los políticos que se supone nos representan (a nosotros, no a nuestros intereses económicos que son los suyos) que se pongan a trabajar en este objetivo, estoy convencida que no servirá de mucho, lo haga sola o en compañía, así que les haría comprender que un cambio de valores ahora, en este momento de nuestra hitoria, es lo único que podrá salvarnos de la total destrucción.
Lo digo sin exageraciones y sin amargura, sí con toda la fuerza de mi seguridad. Un cambio siempre construye. El caos es intrínseco a la vida ¡¡¡¡Y QUE SE SALVE QUIEN PUEDA!!!!!

Fdo: Mª de la O Soria Llavero

Una testigo accidental del orden establecido

martes, 10 de noviembre de 2009

Relato pequeño y....... ¿chulo?

Hace unos años escribí un pequeño relato que deseo mostraros. Cuando la memoria se encuentra un poco ausente, siempre es bueno repasar lo escrito. Espero que os guste. No es muy largo, además creo que es medianamente entretenido.

EL DEDO DIJO SÍ
Juan tenía miedo y su mente asomaba al abismo. ¿Pero qué decía? ¿Miedo él, todo energía y voluntad? Bobadas de mujeres que no entienden de responsabilidades. Ella sólo piensa en el pequeño y en la casa, que es mi casa y mi pequeño. ¿Pero qué más quiere?
Si soy seguidor del Barça pues es lógico que me guste ver el partido, y si se pone tonta me voy al bar con Antonio y ya está, ¿pero qué se ha creído?
Como ahora, ¿por qué tengo que estar pensando en ella aquí y ahora?, ¿es que sólo me va a servir para distraer mi mente en los momentos de la importancia que estoy viviendo? No, no y no. No me da la gana. Porque al final voy a convencerme de que de verdad tengo miedo, y eso es mentira.
Sudo, sí, claro que estoy sudando. ¿Y quién no, sabiendo que en tus manos están destinos y vidas humanas? Que si ya no te gusto, que si no me quieres, que si mira qué juego de macetero. Bobadas. Sé que no tiene muchas salidas pues no estudió, y de trabajo sólo sabe servir. Además de que ¿para qué me arriesgo yo si no es para que ella pueda tener la vida que quiere y olvidarse de servir?
Todo está controlado y en su sitio, que por algo soy el mejor. Y es que a habilidad no me gana nadie. Bueno, mi boba particular sabe imprimir un juego de manos en el asunto que te deja sin respiración. ¿Demuestra eso que la habilidad está unida a disponer de una mente clara y precisa? No. Sólo demuestra que la práctica también puntúa, y 7 años son 7 años. Hummmm, ¡qué joya de mujer si no fuera por lo que en realidad comporta! No, no estoy diciendo que sea una carga. Aunque cada vez necesito más carretillas para cargar con sus humos, su comodidad y su despreocupación por mis asuntos.
Recuerdo que el otro día vi que se había gastado 6.000 pesetas en la peluquería. Me parece bien, pero si lo sumas a las 1.000 pesetas que diariamente me pide para el pan y el tabaco, ¿no se pasa ya un poco? Echando cuentas, me sale por unas 50.000 pesetas al mes sólo en sus cosas. Sumas la casa, el niño, los impuestos y yo, y al final rebasamos las 200.000 pesetas al mes. ¿Es que no ve que si no fuera por mí estaría muriéndose en la miseria?
Continúo sudando. No tengo miedo porque mi sentido del honor no me permitirá fallos. Es fácil. Seguridad, firmeza, confianza.
Y eso me sobra. Lo he demostrado y por eso estoy aquí. Un movimiento, sólo un movimiento en falso y ......
Todas son unas lagartas. Mi madre me lo decía, aunque yo no la escuchaba. Mamá murió y se ha librado de sufrir el conocer a Carmen. Y mira que era guapa. Y parecía buena y tan hacendosa. Ahora la plancha está en la canasta (dice que no tiene tiempo), ha abandonado (ligeramente) la práctica de sus habilidades, y pesará los 62 kilos seguro. ¿Qué sería de ella sin mí? No quiero pensarlo.
Sudo más cada vez y es que el tiempo pasa, pero yo aquí, segundo a segundo para que el momento preciso sea perfecto y sorprendente. Porque no todos tenemos la misma habilidad. ¡Qué va! La mía es natural y está unida a unas facultades fundamentales en mi mente, que sabe cuándo ha llegado el momento, el preciso. Y no creo que pida mucho. Sólo que todos sepan que soy feliz porque todo es perfecto. Y si Carmen no cambia, toda mi seguridad se vendrá abajo. Pero si me separo será peor. Sé que ya no confiarán en mi capacidad, que estarán convencidos de que mi presión personal pueda descompasar una décima de segundo de la precisión necesaria para no sucumbir en ese abismo que es el libre destino. Intuyo que llega, así que, Carmen, aparta a un lado que he de sentirme yo.

“Llegó el momento, el dedo dijo sí, y la ventana del ordenador inició la orden de entrada situando el primer cliente de la subasta del bacalao en la primera casilla”. Eran las 5:30 horas en punto de la mañana y continuaban siendo los primeros. El abuelo de su jefe podía estar tranquilo. La tradición era seguida con un manifiesto aprobado de aptitud que le permitiría conservar la imagen que durante tantos años había mantenido a la familia al frente del gobierno del Ayuntamiento. ¿Es que no podía Carmen aprender del ejemplo ajeno y ver lo que significa la familia en cuanto a estabilidad de nuestras vidas. Pero claro, es un poco bobalicona y nunca podrá alcanzar a entender que debe su vida a mi compromiso de responsabilidad. Y es que siempre cumplo el trabajo a satisfacción.....”.

martes, 3 de noviembre de 2009

Hagamos por el cambio "por la esperanza"

Necesito recuperar la esperanza. Era tanta la que siempre ha tenido, que jamás dudé que mi sentido e inclinación optimista que marcó mi carácter, venía dado por la confianza y seguridad de poseer la esperanza que aprendí de mi madre. Siempre la esperanza "que es lo último que se pierde", decía y la creí. Hasta de nombre (es cierto, mi tercer nombre tras el de María y el de O, es Esperanza).
Cuando hablamos de sobrevivir, la esperanza es importante, pero nos encontramos tan maniatados por todos los poderes fácticos anti-cambio del sistema, que difícilmente nos quedan recursos para oponernos a la impotencia de ver cómo los recursos propios y los que nos rodean, están siendo devastados hasta dejarnos en la más absoluta indigencia.
¿Qué nos queda? ¿La solidaridad globalizada?. Mentiras y más mentiras que sólo nos sirven para consolarnos unos a otros mientras desaparece lo contruido y/o destruido para el futuro.
En Barcelona se va a preparar (eso dicen los poderosos) un nuevo ajuste a estudiar en Copenhage (como en Kioto en su día) para mantener la tierra viva para nosotros, los humanos. ¿De verdad queda esperanza si vemos las manos que se dedican a contruir ese futuro? No sé, lo dudo. Pero no encuentro sustitución a esa esperanza cada vez más débil, excepto creer en ella. Y yo no creo por creer, por ello necesito de forma vital que se den las condiciones que me permitan reconstruir de nuevo esa confianza. No sé, me pierdo y con ello algo aprendido por medio de mi madre y que me caracterizaba.
Ésta es mi humilde contribución a matenernos vivos
Publico : Home - Greenpeace se encarama a la Sagrada Familia