"... comunicando ... comunicando ..."

Comunicar, comunicamos todos. Todo se circunscribe a las formas, el entendimiento y a la comprensión. Una roca nos habla del tiempo que pasa, un árbol de cómo nos pasa la vida, los animales "no racionales" marcan el paso del tiempo. Y todo en evolución.
Es lógico que hablamos desde el ser humano, el animal "racional" que vive comunicándose con todos los elementos, menos con él mismo. Y esto es malo, muy malo para lo que existe, porque así es imposible entender y comprender lo que nos rodea y que nos marca la vida y el tiempo.
¿Hablamos de comunicación cuando existe violencia, hambre, guerras, pandemias? No. Hablemos de esperanza, paciencia y tolerancia. Elementos reales del ser humano. Es difícil exponer toda esta energía, encontrada con una sola de las que actualmente predomina en nuestro tiempo: la violencia.
Esperanza: una actitud violenta, unas formas agresivas o las acciones terroristas, nacen del fondo tormentoso en que las ideas están distorsionadas por traumas, vivencias, complejos y tantas y tantas cosas que nos violentan y creemos no poder contener. Llegar al final, es decir, no controlar las actitudes de violencia, es entrar en una espiral de muerte y destrucción. ¿Entendemos esto?, ¿comprendemos de verdad el mecanismo de la violencia?. Queda mucho estudio para vislumbrar soluciones, pero difícilmente se encontrarán si no tenemos .......
Paciencia: para aprender a situarnos y echar raíces fuertes de personalidad humana. Que la espera sea fructífera recogiendo y reconociendo todos los elementos que nos ayuden a buscar la felicidad, la cercanía, la comprensión y, sobre todo, ..........
Tolerancia: que será algo que nos puede ayudar a los humanos a entender la diversidad para que cada persona, cada elemento, cada cosa, encuentre su lugar para la convivencia en plaz y armonía.
Todo es gris y compacto. Ya os dije al principio que es muy difícil la comunicación entre humanos. Pero ¿quien nos puede negar el derecho a que abonemos nuestra vida con estas premisas y, lo que es más importante, a ponerlas en práctica con toda nuestra pasión? Un abrazo.

La semana de los mayores

Esta semana la estoy dedicando a los mayores. Es mi pequeño homenaje a Amelia, la abuela del blog, que ha fallecido recientemente. Espero transmitir vivencias, poesías y algún que otro análisis tanto escritos por ellos como por mí. Espero que os sintáis cerca en conciencia de los que han vivido tantos años.
Quiero añadir una petición urgente: una mujer con escasos recursos necesita pañales de la talla más grande que existe. Si alguien puede atender esta solicitud se lo agradezco. Me lo han pedido como un favor personal y así os lo transmito.

"LLEVAME AL BAILE"

Por Aurora González

Marido, llévame al baile
Que me encuentro deprimida,
Me duelen todos los huesos
Y bailando se me quita

Cuando yo entro por la puerta
Y oigo el acordeón,
Se me quitan los dolores,
Se me alegra el corazón

Llévame marido mío, llévame por favor
Que aquí tengo los amigos
Que quiero de corazón

Este centro se ha quedado pequeño
Y es difícil bailar;
Los que estamos no nos vamos
Y los que vienen no se van

Y con esta me despido
Porque ya no digo ná

Asomados a la ventana de un futuro global

Ha fallecido Amelia, más conocida como la abuela del blog. Una mujer mayor que se hizo a sí misma un hueco en el mundo internauta mostrando la cara y poniendo la voz de los más mayores. Su historia es corta y bonita, no así su vida que ha sido muy larga y difícil. Nos ha dejado a todos los que conectamos alguna vez con ella, una experiencia difícil de no valorar por lo humana, sencilla y natural como la vida misma y que supo transmitir. Entrad en su blog, que aún está activo, porque merece la pena conocer quién fue Amelia y qué nos ha dejado.
Por mi trabajo he tenido que mantener contacto con todo tipo de colectivos y grupos sociales desde la misma base, pero ahora estoy abriendo camino al conocimiento y experiencia en directo con los más mayores, en concreto con los mayores que asisten a los bailes, viajes y cuanto ocio modesto se les ofrezca. Es increíble la energía que despiden aunque la próstata, las hormonas revoloteando y la artrosis les señalan como ancianos. Bailan y bailan sin parar, aunque alguno tenga la cadera totalmente rota sin haberse enterado aún (y eres tú quien tienes que dirigirlos con voz de señorita Rotenmeller al hospital antes de que se te caiga en la pista de baile entre morbo contenido, exigencia de responsabilidad y grititos agudos) y sólo te dicen "esta semana tengo un poco flojas las piernas" y tú les digas que "hoy no bailes y te sientas", aunque sepas que va a aguantar el dolor con tal de brincar como un chaval de 15 años. O te lleguen de un viaje de 1 día en Benidorm por 3 euros con viaje, almuerzo y comida pagados. Eso sí, han de asistir a una charla donde intentarán verderles mantas eléctricas, baterías de cocina o un sillón "relax" y donde, sólo por haber asistido, eles regalan un paraguas, una gorra o un abanico.
Es un mundo el de los abuelos de mucha soledad, pena y amargura, pero también de una apreciación de las cosas y de la vida que sólo se adquiere así, viviendo.
Me gustaría que me dijérais qué opináis de los mayores y de cómo la pensión, el ocio obligado y las enfermedades repercuten en su momento actual, en el que están porque aún viven. Un abrazo.