sábado, 24 de septiembre de 2011

Mierda, mierda y mierda. (Literal del lenguaje teatral)

El próximo viernes 30 de septiembre, el Teatro Castelar de Elda acoge a partir de las 22:00 horas, una nueva representación del grupo de teatro eldendense "Carasses", un estreno esperado por muchos amigos y seguidores de uno de los grupos de teatro amateur altamente reconocido y premiado a nivel nacional.
"Que me quiten lo bailao" da nombre a una obra interpretada en sus principales papeles por Sacra Leal, firme en su trono, escoltada por Alberto Rodríguez y Damián Varea, tres actores que seguro darán todo de sí en este estreno.
En lo que a mí respecta, y como abrimos las fiestas de Petrer en el barrio "Las Chimeas", a las 21:00 horas con la actuación del grupo de teatro juvenil del que formo parte, podré ir volando, que no corriendo, a la actuación de "Carasses". No en vano he de informarme de primera mano, de un estreno del que posteriormente os hablaré en mi crítica.
En términos teatrales, siempre se desea muuuuuuucha mierda para dar ánimo al actor y que todo se desarrolle en el escenario, mesa de control y bambalinas, de forma uniforme y coordinada para asegurar el éxito de la función. Mucha mierda, carasseros, nos vemos el viernes. (y también para el grupo de "Las Chimeneas")

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Así, sin más historias

Vamos a ver qué hacemos con tanta información, bombardeo constante por todas partes y de todas formas. Si solamente eliminar la información falsa, la mediática, la partidista o la vanal es ya un proceso de desesperación y de tiempo, cómo vamos a llegar a la información veraz, independiente y realmente necesaria para actuar en este mundo de humanos. Un reto difícil de acometer si además la comunicación entre las personas se basa en toda esa información que nos llega, sea manida o no. Me veo día a día buscando agujas finas en pajares grandes, haciendo un gran esfuerzo para no dejar que manipulen mi conciencia, una manipulación que es constante. La publicidad me avergüenza, los informativos no me aportan casi nada pues son aburridos y están totalmente manipulados por el poder político dominante, las películas no plasman la realidad (un 99%), los debates son aleatorios en sus conclusiones según quien participe. Y así un largo etcétera en cuanto a medios de comunicación visuales, radiofónicos o periodísticos. Salgo a la calle y, como el resto de humanos perdidos en nuestra cotidianeidad, hablo del tiempo y poco más. Amigas y amigos están inaccesibles. Redes sociales con precauciones para no desbarrar o deslizarte por pendientes que serían del dominio público. El espacio que ocupo en estas líneas, me sirve de válvula de escape. Pero ahora sólo puedo hablar de indignación, de crisis económica profunda, de rebelarme contra un sistema establecido que sólo sabe poner en la Utopía todos los asuntos que no quiere resolver. ¿Alguien quiere hablar de todo ello?. Así, sin más historias. Porque desde ya me comprometo a que día a día, ahora que tengo tiempo, hablemos de nuestros propósitos, nuestras conciencias y de todo lo que consideremos importante para la vida. Un ejemplo que me ronda últimamente: ¿por qué desde que se habla de la crisis se ha dejado a un lado lo importante que es salvar la tierra del calentamiento global?. ¿Es que no hay dinero y lo necesitamos para vivir hoy y morir mañana? ¿Es que es tan importante nuestro problema de supervivencia individual que nos olvidamos del resto de hermanos, especies y demás integrantes del planeta Tierra?. Hablemos, por favor.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Nos vemos, Luis

Nombrar a Luis Sanchíz en la comarca del Vinalopó y alrededores, es hablar de alguien conocido y cotidiano. Una zona zapatera de la cual Sanchíz ha sido el rostro y la forma de representación. Industrial zapatero, tomó como propia la lucha por el sector en todas las facetas en que se desarrolla.
No trato de hacer una biografía de Luis, más bien al contrario, me gustaría pasar de los prototipos de una persona a la que conocemos más por su exposición pública. Eso sí, me permito hacer una alusión aparte, ya que fue para mí un maestro del debate en el contexto de los Medios de Comunicación Locales, compañero y amigo en este sector.
Luis Sanchíz era un comunicador social donde los haya. Inteligente, modesto, honesto y particular en sus opiniones. Además ha sido un elemento cotidiano, no reiterativo y sí reconfortante de encontrar.
Despertar del todo al leer en un periódico provincial su fallecimiento, me trajo a la memoria así, de golpe, el último saludo que intercambiamos cuando una mañana de hará un par de meses, coincidimos en una calle de Petrer. Yo para arriba y él hacia abajo.
Un saludo que te deja el ánimo muy arriba, como si te hubieran dado a tomar una carga de energía suficiente para situarte en la realidad del momento. Una sensación que describo como saber que aquí estamos, rodeados de personas que saben de tí, que te reconocen y cuentan contigo para conformar la sociedad que te rodea.
Era bastante joven, casi los 63 años. Decir que nos queda en el recuerdo, en lo que respecta a Luis, no me sirve de consuelo. Porque el verdadero problema es que Luis marcaba el momento de hoy, el que se está viviendo, y sé que perder esto nos va a tener muy tristes durante bastante tiempo. Un abrazo grande Luis, nos vemos.